Oliva Gutierrez Jacomet
Artista
Nació a San Gil (Colombia) en el departamento de Santander. Llego a Francia en 1998 con sus dos hijas y se instalo en Lyon donde sigue viviendo desde entonces con Alain, su esposo. Tomo algunos cursos de pintura colectivos y particulares, pero, autodidacta, los abandono muy rápidamente… para seguir con su propio camino artístico.
En el 2009 en Lyon fue donde realizo sui primera exposición en la Halle Tony Garnier, pero ha sido en Banne en el 2010, en el 15° Festival: "Heureux qui comme Ulysse"… invitada por Marthe Crégut donde descubrió el Arte Singular y la riqueza de este universo artístico en el que se siente muy a gusto y en armonía.
Pinta sin tema particular, dejando libre curso a su imaginación. El "collage" y la representación propia de la naturaleza permanecen sin embargo lo esencial de la creación de sus cuadros con relieves, en los que la presencia de cristal recuerda a veces las vidriarías.
Franco-Colombiana, Oliva se siente muy atada a su país de nacimiento Colombia donde vive la mitad del año y donde comparte con su esposo otra pasión: el café que cultivan con mucho cuidado y orgullo en su finca de Pinchote.
Poco a poco va multiplicando los materiales, principalmente el cristal y ahora la tela, también se sirve de los granos de café, el arroz, las flores secas y toda clase de vegetales que va recogiendo cuando pasea por los bosques Colombianos. Después de "prepararlos" cuidadosamente, los incorpora en composiciones de flores y de frutas, pero también para crear pájaros, mariposas, insectos…y de modo general todas las cosas exuberantes.
Oliva le gusta los colores vivos, la luz y el sol son la energía indispensable para su equilibrio artístico.
Desde el 2010, participa con regularidad al Festival de Banne y a otras exposiciones tanto en Francia como en Colombia y se consagro enteramente a sus dos pasiones: la pintura y el café.
La pintura de Oliva Gutierrez
La pintura de Oliva Gutierrez viaja de Klimt a Seraphine, con una visita en casa de Arcimboldo, en un estilo calidoscopio que se mueve en una profusión de los elementos y un desencadenamiento de motivos florales y naturales que forma una composición alegórica, tal un rompecabezas que se descubre como un sueño. Este mosaico exótico de colores, de vegetales, de perlas, de tejidos y de toda clase de elementos, produce un efecto que coge en una mezcla delicadamente equilibrada, tal una sinfonía mágica donde a través de cada detalle se puede imaginar la fantasía del artista.
Esta profusión de los elementos, en un remolino impetuoso que toma todas las formas: mariposas, flores, almocárabes, rayados… que se acerca a veces a iluminaciones, da obras singulares y extravagantes que escapan de las reglas de la pintura dicha clásica.
El artista utiliza totalmente el espacio sobre el cual dibuja como si sea asaltada por el miedo del vació. Sus cuadros, compuestos de mil detalles en un caos tornasolado, son unos jardines solares, jardines de maravillas, una riqueza exuberante de colores, una oda a la luz, un bello himno personal en su país de origen, Colombia. Oliva Gutierrez compone sus obras como hace un buen plato, con una cantidad enorme de ingredientes donde solo cuenta el resultado final.
Una pintura que hay que saborear con golosina, curiosidad y delicadeza.
Marthe Crégut-Pellegrino, organisador y curador del Festival International Art Singulier - Art d’Aujourd’hui Bann’Art. Banne (France), le 15 août 2016
Algunos logros
Frutero 59 x 72
Araña 100 x 100
Perroquet 41 x 33
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